Estoy recibiendo
en mi consulta de clarividencia y consejo humanístico un perfil de usuarios con
una problemática que, por su repetición, estimo que debo compartirla con
vosotros. Se trata de mujeres de mediana edad, separadas o divorciadas, que
deciden volver a tener pareja pero se encuentran con que “no hay hombres
libres”, y el argumento más esgrimido para apoyar esta tesis de escasez es que,
según las estadísticas, hay 7 mujeres por cada hombre.
Vamos a ver
qué es lo que realmente ocurre:
En primer
lugar es falso lo de la estadística, de hecho, creo que lo ha sido siempre y esa
diferencia no la ha habido ni en los periodos en los que la guerra disminuía en
gran medida el número de hombres. El fenómeno de la población en términos
generales es el siguiente: aunque en un número no muy elevado, nacen más
varones que hembras pero presentan un mayor índice de mortalidad en la primera
infancia, lo cual hace que queden muy igualados; luego, a partir de los 64 años
la mortalidad en los varones aumenta
nuevamente, pero esta vez en gran medida, por lo que es en la vejez cuando el
número de mujeres es bastante superior al de los hombres. Por lo tanto, hombres
de mediana edad hay tantos como mujeres, pero dónde están?
La contestación
a esta pregunta nos viene dada porque, en general, hombres y mujeres tienen unos comportamientos muy
diferentes tras una separación, y, mientras la mujer muestra un comportamiento
sociable altamente expansivo que la hace salir a la calle a divertirse o
simplemente a buscar la compañía de otras personas que estén también en
situación de soltería; el hombre se retrae, se queda en casa y se hace muy
amigo del ordenador. Prefiere estar sólo y la única compañía que tolera es la
de la familia más directa y, en una segunda etapa, la de otros hombres, cosa
que en la mayoría de los casos se da por compartir una afición, y su modo de
relacionarse abiertamente con el exterior es mediante redes sociales y páginas
de internet.
Así pues, no
es que los hombres hayan desaparecido, es que están ocultos.